1. Desayuna. Sonará a cliché, pero el desayuno realmente es la comida más importante del día. Hay una gran variedad de estudios que demuestran que las personas que desayunan tienen más probabilidades de mantener un peso saludable que aquellas que no desayunan, además de tender a comer menos calorías a lo largo del día. Así que empieza bien tus días con un combo saludable de cereales integrales, proteínas magras, frutas y verduras.
2. Condimenta. Olvídate de freír y rebosar la comida o de llenarla de queso gratinado, existen muchas otras formas de hacer que la comida sepa ¡muy bien! Una de esas es usando especias. Sazona con limón, chile o hierbas, según lo que estés comiendo. Experimenta con distintas especias que le den un toque especial a tu comida sin aumentar calorías.
3. Come más fibra. Si por más que tratas de comer menos el hambre siempre te alcanza, es hora de aumentar la fibra. La fibra la encuentras en cereales integrales, frutas y verduras y te ayudará a estabilizar el azúcar en la sangre, además de hacerte sentir más lleno.
4. Come más proteína. Las proteínas son particularmente buenas para la pérdida de peso porque el cuerpo usa más calorías para digerirla que las que usa para digerir las grasas y los carbohidratos. Además son las encargadas de formar y mantener la masa muscular. Y, por si eso fuera poco, te hacen sentir satisfecho por más tiempo, ayudándote a calmar el hambre de medio día. Asegúrate de comer las proteínas correctas, como pescado, pavo, pollo, frijoles, lentejas, claras de huevo y lácteos bajos en grasa.
5. Come más. 150 calorías pueden ser 20 gomitas de dulce o 4 tazas de palomitas sin grasa. ¡Elige tu mejor opción! Cuando eliges alimentos con más calorías podrás consumir menos de ese alimento y, por lo tanto, no te sentirás tan satisfecho.
6. Dale más sabor. Busca opciones de agregar sabor a tus comidas sustituyendo los condimentos grasosos y llenos de calorías, como la mayonesa, la crema y los aderezos de ensaladas. En lugar de mayonesa unta un poco de aguacate en el pan de tu sándwich. Prefiere las salsas roja o verde que la crema agria.
7. Duerme más. De acuerdo con estudios recientes la falta de sueño ocasiona cambios hormonales que resultan en un aumento del hambre y del apetito. Evítalo durmiendo al menos 7-8 horas diarias.
8. Platos más pequeños. Busca que los platos que usas para comer diariamente no sean muy grandes. Un plato grande implica que se verá medio vacío con la misma cantidad de comida con la que un plato mediano o pequeño se vería muy lleno. Engaña a tu cerebro para que piense que está comiendo más usando platos pequeños.
9. No te distraigas. La hora de la comida debe ser exclusivamente para comer. No te distraigas viendo la tele o trabajando porque no pondrás atención a cuánto estás realmente comiendo. Trata de comer más a conciencia, tomándote el tiempo para saborear cada bocado.
10. Busca apoyo. Cada vez son más las personas que buscan comer sano y se preocupan por su salud, seguramente algunas de esas personas son amigos tuyos así que acércate más a ellos, a todas las personas que tienen ideas similares a las tuyas sobre mantenerse saludable y comer de manera adecuada. El apoyo de un ser querido que sigue el mismo camino que tú te ayudará a conseguir tus metas más rápido y fácil.
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